Fue en el 2007, cuando la UPC trajo al jurista Antonin Scalia, Juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos. No perdí la oportunidad de darme una escapadita para ir a escucharlo en una charla informal que dio en el campus de la universidad. Así fue como pude copiar y extraer las siguientes ideas respecto de las cualidades con las que –para él- debe contar un juez, ideas que ahora me permito redactar en mis propias palabras:
1. Debe ser consciente del gran honor que significa ser designado por los ciudadanos para resolver sus disputas personales, por lo que se trata de un encargo que debe ser honrado.
2. Debe guardar fidelidad a la ley. En la democracia, el juez es el instrumento del pueblo y no puede imponer sus propias ideas. Lo que el pueblo entiende por "justicia" (y que se expresa en la ley emanada del pueblo a través del parlamento), es lo que se debe obedecer, y no lo que el juez entiende por “justicia”. Si yo hubiera hecho la ley, la hubiera hecho distinta, pero el pueblo no me ha elegido para hacer la ley, sino para interpretarla y aplicarla.
3. Debe tener “coraje moral” para aguantar las críticas y siempre hacer lo correcto. A veces, por guardar fidelidad a la ley, el juez debe resolver en contra de lo que la mayoría quiere, sobre todo cuando esta mayoría afecta o puede afectar derechos fundamentales. El juez debe ser conciente que su cargo no responde a un concurso de popularidad. Si lo que busca es ser amado por todos, entonces que no sea juez.
4. Debe ser académico. Tener un voraz e inacabable apetito por los libros. Curioso e interesado sobre cualquier tema y no solo por la temática jurídica.
5. Debe ser conciente que es igual de importante que se haga justicia, como que la sociedad se de cuenta que se ha hecho justicia. “La esposa del César no solo debe serlo, sino parecerlo”
6. No debe dar opiniones (formales o informales) sobre un caso, cuando éste todavía se está discutiendo y no ha sido resuelto.
7. Debe tener presente sus incompatibilidades, y abstenerse apenas identifique una.
Sería bueno que estas máximas sean impresas y pegadas en todos los pasillos del Órgano Jurisdiccional e instancias donde –de alguna u otra manera- se administre justicia, ¿no?
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y tb cuentamelo todo... y exagera!