martes, abril 05, 2016

Voto con RUC

Caviares y sus románticas huachaferías:

No tolero a los chibolos-pulpines-caviarones y sus románticas huachaferías para estar "in". Para mí, los caviares son personas que languidecen de  problemas reales, se angustian por alcanzar protagonismo, aspiran a ser héroes, muchas veces cuentan con un conocimiento básico pero se quieren disfrazar de intelectuales, la esclavitud por sus ideas intolerantes les tapan los ojos para poder ver el futuro, rechazan el pragmatismo; y, todo esto, lo envuelven en una traje de arrogancia insoportable. Me encanto lo que escribió Aldo Mariátegui y suscribo sus palabras plenamente (aquí). Conozco algunos majaderos que se resisten a votar por Keiko, solo por el hecho que se apellida Fujimori; y, entonces su alternativa es Mendoza (Barrnechea en algunos casos). 

Hace cinco años, cuando "Ollanta Humala - Polo Rojo" todavía era catalogado como la debacle del futuro peruano, escribí sobre sobre la ceguera caviar en segunda vuelta y pese a que nos gobernó "Ollanta Heredia- Polo Blanco" (aunque lavado con una media roja y se puso medio rosadito), hoy no puedo dejar de mostrar mi miedo por Veronika Mendoza. Es más, creo que de haber sido el caso, hubiera preferido votar por "Ollanta Humala - Polo Rojo" que por esta chiquita improvisada que no se sabe ni de dónde salió.

Verónika Mendoza y Alan García:

Mendoza dice tener 35 años. Osea, como dos menos que los que tenía Alan García Pérez en su primer (desastroso) gobierno, para muchos uno de los peores de nuestra historia republicana. Academicamente, parece no existir mucha diferencia: Para cuando fue elegido presidente por primera vez, Alan había estudiado en la Pontificia Universidad Católica del Perú y había obtenido el título de abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Contaba con el grado académico de Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y tenía estudios doctorales de sociología en la Universidad de París. Menos deslumbrante, aunque no despreciable en absoluto, es la realidad de Mendoza. Psicóloga por Universidad de París VII Denis Diderot, con estudios de maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Sorbona Nueva - París 3 y un Máster en Educación de español como segunda lengua en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid.

La diferencia, desde el punto de vista académico, está en la vinculación de las profesiones de cada uno con la gestión pública y el gobierno de una nación. Sobre esto, no hay que ser genio para darse cuenta que los conocimientos del Alan de 1985 eran mucho más afines a la cosa pública que la Menoza de 2016. 

Pero además, el Alan de 1985 también supera a la Mendoza de 2016 en su experiencia como gobernante. Cuando Alan fue elegido presidente en su primer gobierno ya era un político de carrera, surgido de las canteras del APRA, muy cercano a un gran intelectual como Víctor Raúl Haya de la Torre, quien lo instruyó directamente. Había sido elegido diputado constituyente entre 1978-1979 y diputado entre 1980-1985. Por su parte Mendoza es congresista... y en este Congreso.

Hasta aquí, en el papel, el punto es claro: para ser presidente, el Alan de 1985 era mucho más prometedor que la Mendoza de 2016; y, su gobierno un desastre. Ergo, no solo hay que tener muy bajas expectativas respecto de lo que pueda lograr Mendoza en un posible gobierno. Hay que tener miedo.

Y si queremos seguir hablando de "papel", hay que revisar el Plan de Gobierno de Mendoza. Y sería entonces momento de asustarse mucho más. Dice que nació el 9 de diciembre de 1980, pero yo no le creo. Tengo la secreta teoría de que en realidad nació en 1939, pero fue congelada en 1975, cuando tenía la misma edad de hoy ¡Solo eso puede explicar de dónde salió! Creo que de pronto, abrió los ojos y se encontró en el 2016, y como su noción del mundo se quedó atrapada en el pasado, aún no entiende los errores conceptuales del modelo socialista que tanto pregona esta psicóloga y educadora (lástima que no estudió economía). Alguien, por favor, que le explique qué es la Perestroika. Cuéntenle que ya cayó el muro de Berlín; que el Comunismo, el Socialismo y el Estado de Bienestar fracasaron hace años; que Rusia y China no son lo que eran antes; y, que Cuba se quiere amistar con Estados Unidos. ¡Que alguien se lo diga por favor!... ¡que alguien nos salve!

Y si nadie le explica eso, que alguien se lo diga a toda esa manga de chibolos-pulpines ingenuamente manipulados. ¿Por qué todos nos tenemos que perjudicar, por la decisión de unos niños fácilmente engañados y confundidos, que creen que no lo están? Como me gustaría tener una máquina del tiempo y llevarlos al futuro: cuando ya trabajen, paguen impuestos y se enteren que con ese dinero el Estado solventa la vida de otros que no trabajan tanto... Ahí quiero ver a estos socialistoides bebedores de whisky.

¡Creo que ya tengo la solución!:

El voto es un derecho ciudadano. De acuerdo. Se dice que debe ser universal. Suena muy poético, muy lindo. Pero, a cambio ¿no debería contener algún tipo de obligación ciudadana? Si vamos a elegir a nuestros gobernantes y estos van a disponer de fondos públicos, ¿no tenemos derecho a fiscalizar que se hace con esos fondos o a qué se destinan? Es lógico entonces, que la obligación ciudadana a cambio del derecho ciudadano al voto, sea el pago de tributos. Así, solo quien declare y pague tributos tendría derecho a voto. En lugar de ir a votar con DNI, se debería ir a votar Registro Único de Contribuyentes (RUC). Y no cualquier tributo (no me refiero al IGV que se paga por comparar un chocolate), sino a los impuestos, ya sean nacionales o municipales que tengan que ser declarados o pagados en sumas relevantes (como el impuesto a la renta o los impuestos predial y arbitrios), según se trate de una elección de autoridades del gobierno central o local, respectivamente.

El artículo 31 de nuestra Constitución Política dice que "tienen derecho al voto los ciudadanos en goce de su capacidad civil" y que "para el ejercicio de este derecho se requiere estar inscrito en el registro correspondiente". ¡NADA MÁS! Yo re-formularía: "tienen derecho al voto los ciudadanos en goce de su capacidad civil, siempre y cuando se acredite el pago del íntegro de los impuestos nacionales o locales que correspondan, según el tipo de proceso electoral de que se trate y conforme a ley" y que "para el ejercicio de este derecho se requiere contar con Registro Único de Contribuyentes".


Así, los chibolos pueden hacer toda la campaña por redes sociales que deseen, salir a la calle y gritar, hacer todas las marchas que quieran y sentirse héroes por un día (como che-Guevara o Robin Hood); pero sin la capacidad de elegir gobernantes que destinen mis impuestos a fomentar la pobreza de mi país. Definitivamente, yo sí soy un contribuyente indignado (aquí).

1 comentario:

y tb cuentamelo todo... y exagera!