sábado, noviembre 26, 2016

¿Se arrepintió Fidel?

Fin”, fue la última palabra que pronunció Fidel Castro en su discurso público, ante la multitudinaria audiencia que acaparó los más de mil escaños ocupados por los miembros del Comité del Partido Comunista y otros invitados. Quedaban cuatro meses para que el líder histórico de la sempiterna Revolución Cubana, cumpliera noventa años. Todos, incluyendo a Fidel, sabíamos que el día final tenía que llegar. “Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás, a todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos”, declaró. Pero nadie sabía que el día “D” llegaría 3 meses y 12 días después de su natalicio número noventa. "Tal vez sea de las últimas veces que hable en esta sala", reconoció con aires de despedida oficial y acertó.



Pero algo ya no era igual. Tenía un buen semblante, pero estaba anciano, débil… inofensivo. Su barba canosa y la rala cabellera larga con la que intentaba cubrir su cabeza, dejaban asomar una piel blanca que contrastaba con la negra historia que ha de cargar en la pesada mochila que lastró hasta su último día. 

Ya no estábamos en 1962 cuando un joven y activo idealista declamaba “¡Señor Kennedy, señores imperialistas, señores títeres!, ¡socialismo es esto!; democracia, verdadera democracia que representa los intereses del pueblo, ¡eso es el socialismo! Y esta victoria, esta histórica victoria que a la patria cubana no podrá nadie arrebatar, ¡esto es el socialismo! Y esta victoria, esta victoria extraordinaria, ganada por nuestro pueblo en medio de bloqueos y de agresiones, ¡eso es socialismo; ese entusiasmo del pueblo, esa presencia de las masas, esa firmeza de las masas, esa decisión y ese valor de las masas para combatir y para defender la patria, eso es socialismo! ¡Esa capacidad de crear, ese sacrificio, esa generosidad de unos hacia otros, esa hermandad que hoy reina en nuestro pueblo, eso es socialismo! Y esa esperanza, esa gran esperanza de mañana, ¡eso es socialismo!, y por eso ¡somos socialistas!, y por eso, ¡seremos siempre socialistas!, ¡por eso somos marxista-leninistas!, ¡y por eso seremos siempre marxista-leninistas! ¡Y por eso no son los dirigentes, es el pueblo, son las masas las que levantamos la mano y decimos y repetimos que somos y seremos marxista-leninistas! ¿No quiere socialismo el imperialismo? ¡Pues bien, le daremos tres tazas de socialismo!”. Aquel Castro que era interrumpido constantemente por los aplausos y ovaciones del gentío reunido en la Plaza de la Revolución, en La Habana; ya no existía más.

Resultado de imagen para yate de fidel castro riquezasAunque seguía siendo interrumpido con aplausos y ovaciones a pie, el Castro del 2016, se diferenciaba del Fidel de 1962 en que aquel amasaba un patrimonio que le permitiría dejar una herencia calculada por Forbes en 900 millones de dólares (compuesta, según algunos, por la isla privada Cayo Piedra, más de veinte mansiones, una marina con yates, cuentas bancarias cifradas, una fábrica de quesos para su uso personal y hasta una mina de oro). Además, en el 2016, ya no vestía el característico atuendo revolucionario color verde militar. Esta vez llevaba un buzo deportivo marca ADIDAS. El buzo era azul como el mar que navegaba el revolucionario, con su multimillonario yate que difería mucho del Granma que llevo al joven Castro y al Che a una punta de mangle nombrada Los Cayuelos, donde encalló un 2 de diciembre de 1956, al inicio de la revolución de un país insignificante que resultó siendo un constante dolor de cabeza para la potencia más grande del mundo. Once presidentes de los Estados Unidos de América quisieron deshacerse de él. Pero ninguno pudo (aunque Castro solo pudo soportar a Donald Trump por unos pocos días). “¡Patria a muerte!” fue el provocativo grito revolucionario que desde la isla parece haberlo llevado “¡hasta la victoria, siempre!”… No hay ninguna duda: ¡era un verdadero comunista!

Tal vez sea de las últimas veces que hable en esta sala. He votado por todos los candidatos sometidos a consulta por el Congreso y agradezco la invitación y el honor de escucharme. Los felicito a todos, y en primer lugar, al compañero Raúl Castro por su magnífico esfuerzo”. Este fue el espaldarazo público que el líder comunista, que detentó el poder absoluto en Cuba desde 1965 y hasta 2011, concedió a la labor de su hermano en los últimos 10 años (los primeros cinco de manera provisional). Ello pese a las flagrantes diferencias que el ejercicio de mando, marcó entre ambos. Bajo el régimen del, no mucho menos longevo Raúl, el “modelo castrista” se intentó actualizar. Tras más de medio siglo, las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba se reanudaron, se eliminaron los costosos y enrevesados requisitos de viaje y se autorizó a los cubanos a irse legalmente hasta por dos años sin perder sus bienes o residencia. Se amplió y flexibilizó el trabajo privado y hoy en día el 10% de una fuerza laboral cubana trabaja por cuenta propia. Tras 48 años de gobierno, el límite de permanencia en el cargo, fue recortado dos mandatos de cinco años (Raúl ya anunció que dejará el poder en 2018). Se reformó la legislación para incentivar las inversiones, se inauguró el mega puerto del Mariel (a 45 km al oeste de La Habana) y una zona franca destinada a convertirse en el principal polo industrial de Cuba. Se logró re negociar la deuda cubana con 14 países del Club de París, Rusia y México. Se autorizó la compraventa de autos y viviendas, contribuyendo al desarrollo de pequeños negocios y los niveles de conectividad a Internet han mejorado.

“Querido pueblo de Cuba: Con profundo dolor comparezco para informar a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy, 25 de noviembre de 2016, a las 10:29 de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz.”, anunció con voz temblorosa y conmocionado, el mandatario Raúl Castro en una alocución oficial transmitida en la televisión estatal.


Y a continuación, el globo polarizó. Algunos, como Maradona, cuentan que la noticia los hizo llorar. Otros, han salido a celebrar por las calles de Miami. No faltan los políticos trasnochados de izquierda que sollozan por el socialismo y aquellos otros que con diplomática austeridad ofrecen sus condolencias. Las redes sociales ya rebosan de opiniones, memes, frases grandilocuentes, insultos, bromas y chistes; y, algunos grupos de Whatsapp fomentan encarnizadas discusiones sobre el particular. Aquellos que han leído mis Post Cubanos (aquí)(aquí)(aquí) y otras Pichilonadas más, los que me conocen y comprenden porqué uso una media roja en el pie izquierdo y azul en el derecho; saben cuál es mi opinión sobre el socialismo y el comunismo. Utilizar esta entrada para redundar sobre ello, es extenderme aún más de lo que ya he hecho. Hacerlo sería fútil, pues el título que corona el texto es lo suficientemente revelador. Además, antes que la mía, vale más la opinión de esas familias afectadas por el régimen cubano.

El enfoque en esta oportunidad es ajeno al ámbito económico o lo político. Mi aproximación a la materia se concentra esta vez, en la parte humana. La melancolía con la que Fidel se despidió en su discurso abril de 2016, y el reconocimiento de las acciones positivas de su hermano, que él nunca quiso (¿o pudo?) tomar, me impulsan a pensar en algo. ¿Fidel se habrá arrepentido? La pobreza y el atraso que dejó en Cuba es innegable (ver "La Habana es fea (o no tanto)"). ¿Por qué nunca viró el timón un poco hacia la derecha, como lo hizo Raúl? ¿Qué historia se esconderá detrás, que le haya impedido hacerlo, pero le permitió celebrarlo? ¿Será que no podía reconocer que se equivocó porque ello implicaría reconocer que todas las muertes, las batallas, los discursos, las promesas y las medidas adoptadas a lo largo de un régimen que se inició con la fuerza; fueron en vano? La promesa del idealismo comunista nunca fue conocida por Fidel, por el Che Guevara, o por Camilo Cienfuegos. Y probablemente tampoco será conocida por Raúl o cualquier otro poblador actual comunista de la tierra. Ayer, sin contar con sustento para afirmar lo contrario, partió de este mundo el gobernante más paradigmático del comunismo de finales del Siglo XX e inicios del XXI, justo durante el Black Friday. El hecho de haber fenecido un el mismo día que se vestía de luto el viernes más destacado del capitalismo moderno, ¿es un castigo divino o mensaje sobrenatural? ¿Hemos sido testigos de una hazaña de humor negro deparada por el destino, o de un serio recado proveniente del extra mundo? Tal vez no sea ni una ni otra, sino solo una triste coincidencia que me hace considerar que Fidel murió con el corazón vacío, desolado y decepcionado de su propia vida. Traicionado por sí mismo, pues en su afán de alcanzar los valores y beneficios que propugnaba para su población, terminó por espantarlos de su país a punta de decisiones controlistas que oprimieron las libertades individuales del pueblo cubano… A diez años de cumplir los cien, el icónico Fidel no podía reconocer que, en el balance general, su vida había sido insulsa, vacía… perjudicial.

Yo no celebró la muerte de Fidel ni de nadie. Ni de mi peor enemigo. Pero tampoco me entristece la muerte de un dictador extranjero. Lo que me acongoja, es la trágica extinción de un viejecito que con destellos de lucidez, abandona nuestro mundo luego de décadas de una lucha que finalmente perdió. Todos merecen dormir y descansar en paz. Ningún ser humano debería morir pensando que su vida fue un desperdicio. Esa sí que es la verdadera muerte, desperdiciar la vida…

martes, noviembre 01, 2016

La ley es el faro de la moral y la ética

No soy filósofo, ni pretendo aparentar ser uno. No se más de filosofía que cualquier persona medianamente instruida. Así que esta entrada únicamente plasma una idea que se me ocurrió flotando en el mar.

Recordaba la serie de televisión SUITS y me pregunté, ¿en qué punto un abogado pierde la noción de la ética y la moral? ¿será que la profesión de abogado siempre termina por relativizar estos valores?

Aunque teóricamente ambos conceptos son distintos, vamos a considerarlos en un sentido lato  y vincularlos con la valoración del obrar humano, en relación con el bien y el mal y los deberes que implican, en cualquier ámbito de la vida. ¿Qué tan subjetivo es? ¿En qué momento, una persona traza la línea de lo que está bien y lo que está mal? Muchas veces el estándar legal es menor al estándar ético o moral: pueden existir conductas que sean ética o moralmente mal vistas, pero que no sean sancionables jurídicamente.

Alguno podría alegar que “se debe trazar la línea donde la religión que uno practica y la mayoría de la sociedad lo hace, aunque sea, tácitamente”. Pero ¿cuál es el incentivo para auto limitar una actuación, cuando la tentación por cometerla es alta? Aún cuando mayoría de la sociedad identifique los límites, siempre quedará una minoría que opine lo contrario. ¿Cómo lograr romper esa barrera del grupo minoritario para afilarse con los postulados de la mayoría?

En ese punto un abogado encuentra una solución. Por su formación, siempre está ávido en buscar reglas que regulen la interacción social. Cuánto más objetivas mejor: Porque así se evitan errores, debates, costos, etc. Lo más objetivo que conoce el abogado es la ley. Ergo, la ley es la que traza el límite. Solo lo ilegal es inmoral o falto de ética… Cuando llega a este punto, el alma del abogado se torna oscura, fría e inescrupulosa, en casi todos los casos. Pero aunque yace más cerca del infierno que del paraíso, es capaz evitar el riesgo de denigrar aún más su alma, pues la línea ha sido objetivamente trazada. En cambio, si se siguen parámetros más difusos, las probabilidades de alejarse más de Dios para acercarse al diablo, son mayores por cuanto el tránsito de un extremo al otro no encuentra señales de alerta que permiten anclarse en un punto y no avanzar más.

Es como estar flotando en alta mar. Uno puede recorrer kilómetros sin darse cuenta y seguir creyendo que solamente está flotando en el mismo lugar, porque no hay ningún punto de referencia. En cambio, si se pudiera distinguir un faro, sería factible detectar si se está más cerca o lejos de la orilla. Si se flotó con dirección hacia el norte o hacia el sur.

A este tipo de abogado, no le importa qué tan lejos este de la orilla. Mientras sea capaz de visualizar el faro (vale decir, de respetar la ley), nunca sucumbirá en forma definitiva ante los peligrosos dominios del mal que se encuentran en alta mar.

miércoles, agosto 17, 2016

Un temblorcito Arequipa: Crítico antes que Solidario

Mientras escribía este post una réplica de 3.6 grados me sacudió intempestivamente como una advertencia: “No lo hagas Pichilón, desiste de escribir esto”. Cuando me dejaron de temblar las piernas, retomé aliento, me volví a sentar y dije en voz alta “No me vas a callar.”

Me rehúso a ser ciegamente solidario con Arequipa. Antes de eso, prefiero ser crítico con las autoridades. Esas autoridades que no pierden tiempo para entorpecer las actividades económicas con trabas y restricciones vinculadas a la regulación de seguridad de las edificaciones (tanto de construcción como de defensa civil). Por mi trabajo he podido comprobar que muchas veces obtener una licencia de edificación o superar las inspecciones de seguridad de defensa civil, pueden llegar a ser un verdadero dolor de cabeza para los peruanos y peruanas que hacen patria arriesgando su capital para brindar trabajo y contribuir con el consumo y crecimiento económico nacional. No critico la fiscalización ni la necesidad de que existan estas reglas, pero a veces a las autoridades se les pasa la mano.

Supongo que deben pensar algo así como “¿Total? Las empresas no votan”. En cambio, los que sí votan son los vecinos. Yo me pregunto. ¿Cuántos de esos vecinos (que conforman el mercado de votos de Arequipa) tienen casas que no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad que exige la legislación? ¿Cuántos inmuebles viejos nunca han pasado por la correspondiente fiscalización y plan preventivo a cargo de las autoridades? ¿Cuántas construcciones precarias han sido levantadas a vista y paciencia de las autoridades encargadas de controlar estas conductas? ¿Cuántos de los afectados sí intentaron obtener los permisos necesarios, pero la complejidad les gano? ¿Luego de un par de cientos de años, a nadie se le ocurrió fiscalizar las condiciones de la iglesia de Ichupampa, hoy día sin campanario?

 

Pero eso no es todo, ¿qué hicieron las autoridades luego que en el 2013 el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), del Ministerio de Energía y Minas, recomendó re-ubicar a población ahora afectada por sismo, porque se había detectado un suelo inestable? Parece que en el Perú, la guerra avisada sí mata gente.

 

No es posible que el miserable temblorcito de 5.2 grados, registrado a 10 km. al suroeste de Chivay el pasado domingo 14 de agosto de 2016 a las 21:58 horas, deje varios muertos y heridos (personas con fracturas en extremidades y contusiones en la cabeza por la caída de paredes de adobe), muchísimos damnificados y hasta una iglesia dañada. Los movimientos de 5.2 grados se producen en nuestro país con cierta frecuencia. ¡No puede generar semejante desastre!

 


Por eso, antes de sentirnos solidarios (y sin que eso signifique relegar a los afectados a su suerte), los ciudadanos debemos alzar la voz de protesta y exigir una auditoría a fondo para detectar y castigar ejemplarmente a los responsables. Y que el próximo temblorcito solo sea una noticia anecdótica y no el origen de otra tragedia. No vaya a ser, que el conseguir damnificados, sea una nueva práctica nociva de los políticos locales, aprendida con terremoto de Pisco, terremoto que ha quedará recordado no solo por la magnitud de su destrucción, sino por las denuncias de corrupción, desaparición y desviación de los recursos destinados a su restauración.

sábado, junio 25, 2016

En Inglaterra también se cuecen habas: la victoria del Brexit sobre el Bremain

Ya sé lo que deben estar preguntándose: ¿qué autoridad tiene este pobre sudaca para comentar sobre la salida del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RU) de la Unión Europea (UE)? La respuesta es simple: ninguna. No soy experto en nada, ni pretendo serlo.

Hoy en día, bajo el infranqueable manto de la “libertad de opinión”, el Facebook abrió la ventana a través de la que cualquier lego difunde comentarios políticos. Algunos de ellos interesantes, pero la mayoría carentes de sustento ajeno al nutrido por los medios de comunicación (que por lo general, es información básica y muchas veces distorsionada). La mayor prueba de dicha falta de tecnicismo, se puede encontrar en ese el mar de post contaminantes que inundaron nuestros muros en la reciente época electoral. Casi todos sus autores (por lo general, caviares in, pulpines ansiosos de protagonismo o hipsters confundidos) alegaron “libertad de opinión”, cuando en realidad ejercían su libertad de expresión”, sin siquiera percatarse de que ambos son conceptos distintos.

Bueno pues, yo también me creo capaz de formar en mi fuero interno una opinión, y de exteriorizarla ejerciendo mi libertad de expresión. Igualmente, tengo cuentas en redes sociales como Facebook y Twitter. Pero además, cuento con este blog, que trato de llenar con contenidos que se vinculen (directa o indirectamente) con el concepto libertad.

Debo confesar que no pretendía escribir nada acerca del Brexit. Pero me sentí obligado a hacerlo por consistencia conmigo mismo. En el año 2010 escribí algo muy corto sobre la crisis (κρίση) Griega (aquí) que cuando se agudizó en el 2012 se puso de moda el término Grexit para referirse a la posible salida (exit) de dicho país de la UE. Es así que, en la época actual, en la que se ha acuñado bajo la misma lógica la expresión Brexit (Britain+Exit), no me queda más remedio que escribir este post. Y es que cuando el 23 de junio de 2016, el 51,90% de los votantes pertenecientes a una de las culturas más libres y progresistas y con mayor trascendencia histórica en el desarrollo cultural, filosófico, democrático, artístico, político, tecnológico, etc. de la humanidad, decidieron libremente darle forma de realidad a lo que parecía ser solo una expresión conceptual; el mundo se tambaleó y algo hay que decir... ¡Así que, lo siento y ahora se aguantan! 

Pero como no quiero que se me identifique como uno de esos típico alienados limeños que en su afán de protagonismo quieren aparentar ser versados en cualquier materia, la opinión que plasmo a continuación, la planteo desde el particular punto de vista de un peruano cualquiera, como yo. Opiniones de expertos en política comercial, financiera o tratados internacionales, sobran; y, los análisis políticos e internacionales es lo que más se puede encontrar en la web. En nada de eso me pretendo inmiscuir. Yo solo, mi limito a sentenciar, desde mi óptica personal, que en “no solo en el Perú, se cuecen habas”.

La votación ha sido muy pareja, pero más de la mitad de británicos ha demostrado que incluso en las democracias más maduras, el voto es, antes que racional, emocional. Un voto racional, como el asentado en Londres, Escocia e Irlanda del Norte, se hubiera inclinado a favor del Bremain (Britain+Remain), pero fueron las falacias de la problemática de inmigración y de la soberanía nacional y el retrógrada orgullo del carácter británico insular diferenciado del resto de Europa, lo que pesó más en el resto de Inglaterra y Gales. Así, el 75% de los jóvenes de entre 18 y 24 años de edad que racionalmente votaron a favor de los beneficios laborales y de estudio que les permitía la integración comunitaria, no fueron suficientes para derrotar a la gran mayoría de población con edad avanzada que percibe que la mayor amenaza al status quo, proviene del extranjero.

Esta es una forma de ver el asunto. La otra tiene que ver con la coherencia del pueblo británico con la democracia y la libertad. Aunque mucho más sofisticada que la comentada en el párrafo anterior, no deja de ser una racionalidad, pero ciertamente más lejana: una meta-racionalidad. En la estructura orgánica de la UE el mayor peso específico lo ostenta la Comisión Europea. Es una de las principales instituciones de la Unión e impulsora de la política comunitaria. Una suerte de super-ejecutivo que, así como lo hace el Parlamento Europeo, también legisla (con tendencia socialista). No obstante, a diferencia del Parlamento Europeo, los funcionarios miembros de la Comisión Europea (comisarios) son designados (uno por cada país de la UE) y no electos por ningún ciudadano europeo. Es lógico pues que un pueblo como británico, cree en la democracia y en la libertad, va a tender a rechazar cualquier tipo de gobierno que no sea elegido por el pueblo y menos aún si es de corte socialista. Bajo este segundo punto de vista, aunque aparentaría ser emocional, la votación a favor del Brexit sí sería racional (o meta-racional, si se quiere) en el fondo. De hecho, podría hasta calificarse como la victoria más importante del liberalismo frente al socialismo, desde 1989 en que cayó el Muro de Berlín.

La confianza de los políticos británicos y del mundo entero, en el voto que se asume racional (desde el primer punto de vista) de una de las democracias modernas, más antiguas, desarrolladas y solventes de la historia, fue traicionada por la realidad. En particular, dicha confianza frustró las expectativas del Primer Ministro, David Cameron, quien confiado en que RU jamás se retiraría de la UE, prometió celebrar un plebiscito (impropiamente llamado referendo, que técnicamente es aplicable cuando se discute la aprobación de una norma) si ganaba las elecciones parlamentarias de 2015. Esto porque durante su campaña había sido capaz de identificar el clamor popular que desde hace un año imperaba: la cifra de 51% a favor de Brexit ya existía desde entonces. Por eso, el mismo día que se conoció el triunfo del Brexit, anunció su dimisión al cargo con efecto cerca del mes de octubre. Esta misma tranquilidad que hasta antes del pasado jueves existía, parecía asentarse más con el asesinato de la diputada laborista Jo Cox mientras hacía campaña por el Bremain. Se cometió el peor y más viejo error de cualquier contienda: exceso de confianza.

Por ello, después de la HISTÓRICA decisión (nuestros hijos la estudiarán en el colegio, estoy seguro), el mundo occidental tembló. Las bolsas del mundo se desplomaron. Tokio, Hong Kong y Sídney cayeron más de un 3%. El índice Dow Jones de la bolsa de Nueva York bajó cerca de 3,4%. La sorpresa del resultado también causó estragos en la Libra Esterlina que se derrumbó en más del 10% con respecto al Dólar y 7% con respecto al Euro alcanzando su precio más bajo desde el remoto 1985. Como es lógico, el Euro también fue golpeado con la mayor caída desde su creación, llegando a perder un 3,3% con respecto al Dólar. Pero esto no parece ser producto de otra cosa que de las natural especulación. Los inversionistas institucionales apostaron por el Bremain y con el resultado del Brexit, se empezó a vender "a lo loco" Libras y Euros y adquirir Dólares u oro. Lógicamente, a mayor oferta de Libras y Euros disponibles en el mercado, el precio tiende a bajar. 

Quizás por eso, la noticia no ha sido recibida con extrema preocupación por parte de los organismos internacionales de corte técnico vinculados al comercio internacional, sino con moderada tranquilidad. Así lo muestra la neutral declaración del Fondo Monetario Internacional "Tomamos nota de la decisión del pueblo del Reino Unido (...) Seguiremos vigilando los desarrollos estrechamente y estamos listos para apoyar a nuestros (países) miembros en caso de necesidad" (Christine Lagarde, directora FMI); y, la sosegada manifestación de la Organización Mundial de Comercio "El pueblo británico se ha pronunciado. La OMC está dispuesta a trabajar con Reino Unido y la UE y a prestarles toda la ayuda posible" (Roberto Azevêdo, Director General de la OMC).

Pero, ¿a qué responde la aparente tranquilidad de estas declaraciones? Técnicamente, el plebiscito no es vinculante para el gobierno británico. De hecho, los parlamentarios podrían bloquear el Brexit. Pero este no puede ser el motivo de la tranquilidad de los organismos técnicos antes mencionados. Y es que desconocer el Brexit no parece ser una alternativa viable. Una decisión en ese sentido, sería una irresponsabilidad política que debilitaría las consolidadas instituciones británicas y el sentido propio de la democracia, pues posterga la voluntad del pueblo expresada de manera directa en las urnas y des-legitima sistema parlamentario como expresión democrática. 

Tampoco parece ser una opción democrática el segundo plebiscito que más de dos millones de británicos vienen solicitando de la mano por el activista Oliver Healy y que será debatido esta semana en el parlamento inglés. "Los firmantes pedimos al Gobierno que sancione una ley por la que se convoque un segundo referéndum si ninguna de las opciones (permanencia o salida) llega al 60% de los votos con menos de un 75% de participación", señala la petición que, al alegar falta de una mayoría calificada y al amparo del ausentismo electoral, pretende desconocer la libre decisión del pueblo que por convicción fue a votar un día de semana. La otra cara de la libertad es la responsabilidad. Si el elector decide libremente no votar, debe asumir la responsabilidad de su decisión y someterse al voto de la mayoría. Un resultado inesperado producto del exceso de confianza de los que dejaron de votar, no puede ser tomado como un sustento válido para desconocer el primer resultado. (Un dato curioso: como en la primera elección ganó el "NO", en Bolivia se discute sobre la posibilidad de realizar un segundo referéndum para modificar la Constitución y permitirle a Evo Morales postular a un cuarto mandato consecutivo. La razón sería que en la primera elección, el pueblo votó engañado).

La razón entonces, debe ser otra. Con el Brexit, RU no deja de ser miembro de la UE de forma automática. Para que ello ocurra se debe seguir un procedimiento específico de denuncia del tratado, según el procedimiento previsto en el artículo 50° de la Versión Consolidada del Tratado de la Unión Europea (Tratado de Lisboa). Para tal efecto, el “Estado miembro que decida retirarse notificará su intención al Consejo Europeo. A la luz de las orientaciones del Consejo Europeo, la Unión negociará y celebrará con ese Estado un acuerdo que establecerá la forma de su retirada, teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión”. 

Por ahora no se sabe cuándo es que RU comunicará formalmente al Consejo Europeo su decisión de abandonar la UE. Mientras, tanto, los tratados europeos se siguen aplicando hasta que se cumplan dos años de la notificación a menos que los demás Estados decidan en forma unánime extender el plazo con el fin de alcanzar acuerdos mutuamente satisfactorios para RU y la UE. En ese contexto, algunas políticas seguirán rigiendo en RU, como la política agrícola común (artículo 38 a 47 del Tratado), la política comercial común (artículos 110 a 116 del Tratado) y la política común de transportes (artículo 74 a 84 Tratado). Por lo tanto, el impacto no será inmediato. Si luego de transcurrido el plazo, no hay acuerdo alguno, RU pasa a depender de las reglas de la OMC para comerciar con otros países. 

Asistimos hoy pues, a la antesala de un período de dos años (y tal vez más) de negociaciones entre RU y la UE. Es aquí donde el gobierno del RU deberá neutralizar los inesperados desenlaces del plebiscito convocado, y la comunidad internacional podría encontrar la tranquilidad que necesita el futuro del comercio internacional y el bienestar de los europeos en general (sean insulares o continentales). 

Desde el punto de vista de la integración económica, existen distintos acuerdos, según el nivel de intensidad. Un primer acercamiento puede encontrarse con la reducción (no eliminación) de aranceles para algunos (no todos) productos. Esta es la denominada Zona Preferencial de Comercio. Un nivel más intenso de integración económica está representado por las Zonas de Libre Comercio (por ejemplo los TLC) en donde se presenta una eliminación de aranceles y reducción de trámites burocráticos para importar/exportar según los tratados de Facilitación del Comercio. Mayor intensidad de acercamiento, brinda la Unión Aduanera. Una suerte de  Zona de Libre Comercio, que además fija un Arancel Externo Común. Es decir, que todos los países miembros del acuerdo cobran los mismos aranceles frente a otros países que no forman parte del tratado. Un siguiente paso, es el Mercado Común, que es lo mismo que la Unión Aduanera pero involucrando además la libre circulación de personas, capitales y servicios. Más profundo aún es la Unión Monetaria, que no es otra cosa que un Mercado Común en el cual circula una única moneda. 

En estos últimos tramos se ubica la UE. Respecto de RU, el nivel de integración se quedó en Mercado Común, pues desde 1999 que se lanzó el Euro, RU nunca lo adoptó como moneda, pues no estaba dispuesto a asumir junto con Alemania y el Reino de los Países Bajos, por ejemplo, la carga de subsidiar la parte que le correspondía solventar por países como Grecia, España o Portugal.

La economía de RU es lo suficientemente fuerte y su salida lo suficientemente perjudicial, para brindar el gravitante peso de negociación que le permita mantener los beneficios del Mercado Común sin tener que aceptar el libre movimiento de personas ni otras regulaciones. Y no debemos sorprendernos que esto resulte así. La historia ha mostrado que la relación entre la UE y RU, ha sido como uno de esos matrimonios que languidecen de amor, pero que exceden en mutua conveniencia: RU solo seguirá siendo un buen marido proveedor, mientras que la UE cumpla con determinadas exigencias impuestas por el hombre de la casa. Y es que la UE prefiere ser una esposa abnegada que goza de cierta seguridad económica, que una pobretona divorciada abandonada a su suerte. Por su parte, RU sabe que en los tiempos modernos, es imperativo ser un hombre casado, pues la soledad dificulta.

RU se retira de la UE, pero otro tratado ha de suscribirse entre ambas partes. Un tratado que políticamente le permita a RU alegar que ha recuperado su soberanía y autonomía (conceptos que, por cierto, no se encuentran reñidos con la integración económica) pero que mantenga los mismos beneficios de un Mercado Común, pero sin incluir la libre circulación de personas (o quizás sí, pero bajo otras condiciones) y cualquier otra regulación cuya vigencia le impida a los políticos británicos alegar que las problemáticas que habrían gatillado la decisión popular (inmigración, soberanía nacional y su condición insular diferenciada del resto de Europa) han sido solucionadas...

Y en forma paralela, no habría que sorprenderse que se inicien las negociaciones con los Estados Unidos de América, que hasta la fecha, pese a que RU lo desearía, no cuenta con un TLC con la UE más que nada por la oposición de Alemania.

domingo, junio 05, 2016

Felices Votaciones para Todos

El día que lo necesite, lo usaré”. Es la frase que me repetí por años cuando guardaba alguno de los tantos papelitos que hasta la fecha mantengo tan prolijamente doblados en mi billetera...

Ya me encontraba un poco desgastado por la enfermiza fiebre electoral, que me hace replantearme muchas cosas: “Debo seguir teniendo Facebook? Por tranquilidad, ¿cierro mi cuenta?” Todo lo que se lee es, que si PPKausas por aquí, que KeikoLovers por allá. ¡Que si se vendió nuestro gas a su amigo extranjero!, ¡que si el papá golpista esterilizó! Marchas y contramarchas. Los 500 días de la pelona que no cambia. El nivel al que bajó el viejito para pelear. La exitosa campaña por el Perú de una, contra la superior experiencia técnica de otro. Y de pronto: “¡GOL DE PERÚ!”. Le acabamos de ganar 1-0 a la selección de Haití en un partido que parecía amateur, transmitido en todos los países del continente americano y de muchos otros más.

El Fútbol. El Deporte Rey. La competición de selecciones más importante de América. El torneo que conmemora su aniversario número cien y que se inauguró ayer en los ¡Estados Unidos! (¡un anfitrión absolutamente inaudito!); por primera vez, se había visto desplazado, sin contemplaciones. Y por primera vez en mi vida, noté que virtualmente a “nadie” le interesó la selección de fútbol.

Y mientras veíamos la repetición del gol, como un paréntesis de la discusión política motivada por la ansiedad de las elecciones del día siguiente, una pareja de esposos que recién conocí en la casa de un amigo común, me preguntaban “¿y cómo es tu blog?”. Mi alto nivel de distracción, producto de otras elucubraciones propias, impidió que me explicara con claridad. Entonces, decidí darle forma a mis pensamientos para escribir este post (que empece a escribir a las 1:30 horas ), y mostrarles un ejemplo, justo en el momento en que yo me preguntaba en silencio “¿será que hemos madurado como país?

Los pulpines pueden evacuar sandeces o plantear aciertos. Puedes estar a favor o en contra de los caviares. Algunos hipsters querrán destacar, y otros, pasar desapercibidos. Pero de lo que no hay discrepancia alguna, no importa el color del polo con el que vayas a votar en las próximas horas, todos están de acuerdo en una cosa: existe un natural interés de la población sobre la política. Un interés que no puede ser atribuido a una maquiavélica manipulación del poder mediático. La intensidad en el uso de las redes sociales no miente. El que menos, tiene algo que comentar al respecto. Y no nos da pereza recordar los terribles años del terrorismo y de cómo este fenómeno fue exterminado por un japonés que renunció por fax, atropellando –entre otras cosas– uno de los motivos básicos de la existencia del Estado: garantizar la libertad de sus ciudadanos.

Pero lo que ya no recordamos, es cómo bajó el dólar cuando terminó la primera vuelta y el terror de los inversionistas había pasado. Mucho menos nos acordamos del plagio de Vicuña (sus memes ya huelen a naftalina), el careo de Popy a Alan durante el debate, o de los Moraditos de Guzmán, algunos de los cuales han decidido votar por la sabiduría adulta, mientras que otros lo hacen con fines anti-fujimoristas.

Y así como algunos KeikoLovers cambiaron su voto a favor de PPK en la primera vuelta para evitar competir con Mendoza en la segunda vuelta, ahora ella, se pliega al voto (mas no así a la ideología) de viejito, solo para combatir lo que ella considera que representa el retorno de la dictadura, de los excesos y del peligro de convertirnos en un Narco-Estado.

Y ya se leen frases como “iba a votar PPK, pero después de sus tantos insultos, ahora voy a viciar mi voto”. “Estoy indeciso, pero creo que votaré por PPK para balancear los pesos y contrapeses entre el Congreso y el Presidente… como la china tiene mayoría absoluta en el parlamento”. Ya se habla de alianzas, de buscar consensos. De que si sale PPK, el Congreso intentará bloquear su gestión. Y claro, los fatalistas de siempre, con un alarmista –aunque no necesariamente descabellado–: “tenemos un país dividido”.

Cuando llegué a mi casa, sentí la necesidad de desdoblar uno de los papelitos que guardo en mi billetera, lo estiré boca arriba y le presenté a su nuevo amigo: el Perú del año 2016, donde todo esto venía ocurriendo:
  
Forma de vida. Forma de gobierno también, pero antes que eso, y antes que nada, la definición de democracia comienza por reconocer que es, una forma de vida. Y el Perú está viviendo la democracia, al tal grado que ni el Centenario Copa América, distrae la atención de los ciudadanos. En estas elecciones he conocido más personeros voluntarios (por ambos partidos), que los que conocí en toda mi vida. Casi todos son jóvenes, pero también algunos mucho más maduritos que yo. Este ya no es un tema que cause apatía o lejanía en los milenials. El Facebook les brinda un espacio para ser leído por muchos, e interactuar, retroalimentando la necesidad de participar en la vida política. Hace rato que la política dejó de ser una cosa “aburrida”, “de adultos”, “de intelectuales”, o simplemente, “un tema tan corrupto, que se prefiere no hablar de él.” Ahora sí, gracias a las tecnologías de la información, los prosumidores pueden participar de la política, sin verse excluidos de ningún modo por algún grupo elitista. Entonces, ¿por qué no difundir públicamente lo que cada uno piensa? Pero, como todos hacen lo mismo y no se puede destacar en el anonimato de la "masividad" algunos se sienten motivados a hacer más bulla que los demás.

La política es la lucha por el poder. Y todo lo que vemos y mucho de lo que criticamos, forma parte de esa lucha, que a veces excede los límites de la moralidad. Pero les tengo una noticia. De hecho, es una BUENA NOTICIA. La democracia no se limita solo a (i) respetar la opinión expresada del resto, (ii) hacer campañas por efímeros partidos políticos de temporada, (iii) ir a votar en cada proceso electoral, (iv) juntarse para esperar ver el flash informativo de las 16:00 horas, y (v) luego quedarse hasta las 21:00 horas para escuchar el discurso de nuestro candidato ganador, no sin antes escuchar las palabras del derrotado que a veces lo reconoce con hidalguía y otras decide gritar “¡fraude!, ¡fraude!”. Todo esto forma parte de nuestra cultura democrática, pero no es lo único, hay más...

Democracia es también lo que hemos venido atestiguando en estas últimas semanas. Es este fenómeno de ataques, treguas y contra-ataques, que tantas críticas ha generado en Facebook. Ese despertar de apasionamientos y fanatismos. Ese interés por convencer a la otra parte de que su candidato es mejor (aunque sabemos que convencer al que ya decidió su voto es opco menos que imposible). Todo eso también es democracia. Un país democrático es un país que vive la democracia y en el Perú, ya estamos viviendola.

Y para muestra un botón: “lo que usualmente hubiera sido la cortina de humo, como el fútbol, se ha convertido en un evento casi inexistente frente a lo que se ha experimentado en este proceso electoral”. Palabras más, palabras menos, fue lo que la esposa de la pareja me decía, cuando pude concebir la idea que finalmente les quiero transmitir con este texto:

Asi que, querid@ lector, no importa por quién vayas a votar. Si es PPK, si es Keiko o si es viciado. La economía transita por una buena carretera, y la ruta de los próximos cinco años no parece tomar desvíos hacia las empobrecidas trochas de la izquierda. Esto debe tranquilizarnos. Gane quien gane, el Perú ya ganó. Porque a la estabilidad económica, le hemos sumado la madurez en democracia: hemos aprendido a vivir en ella, y forma parte de nuestro día-día en mayor intensidad que antes. Es cierto que todavía estamos en una etapa joven, pero ya estamos gestando una cultura democrática Made in Perú. Falta trecho por andar, no obstante, los primeros pasos que hemos dado por nuestra cuenta, son esperanzadores.

Así que ¡levántate y cumple con tu obligación ciudadana! Hazlo con una sonrisa en la cara. No te molestes por las sempiternas colas. No regañes por el tráfico implacable. No putees a la sapaza que llega con el niño de cinco años en brazos para no hacer cola (bueno está bien, putéela un poquito). En la cámara secreta (o sea, en la carpeta con cartón plastificado blanco de la ONPE), marca el aspa en la casilla que tu cerebro o tu corazón dicte (el voto no solo es informado, también es emocional), e introduce con esperanza la cédula en el ánfora antes de firmar el padrón y siéntete orgullos@, no solo porque ya cumpliste con el deber que nos impone nuestra Constitución, sino porque pudiste ejercer un derecho que te has ganado por el simple hecho de ser un ser humano que forma parte de una sociedad que decidió auto-gobernarse con el régimen que mejor garantiza las libertades individuales. ¡Esa es la verdadera fiesta democrática!

Eduardo Zapata y Juan Biondi tenían razón: la electronalidad como vía de la re-oralización, es lo que se necesitaba en el Siglo XXI para que las sociedades pudiesen al fin  transitar por la senda de la democracia; algo respecto de lo cual los caminos tradicionalmente trazados por una mano escribal, fracasaron en alcanzar.

¡¡¡Felices Votaciones para Todos!!!

martes, abril 05, 2016

Voto con RUC

Caviares y sus románticas huachaferías:

No tolero a los chibolos-pulpines-caviarones y sus románticas huachaferías para estar "in". Para mí, los caviares son personas que languidecen de  problemas reales, se angustian por alcanzar protagonismo, aspiran a ser héroes, muchas veces cuentan con un conocimiento básico pero se quieren disfrazar de intelectuales, la esclavitud por sus ideas intolerantes les tapan los ojos para poder ver el futuro, rechazan el pragmatismo; y, todo esto, lo envuelven en una traje de arrogancia insoportable. Me encanto lo que escribió Aldo Mariátegui y suscribo sus palabras plenamente (aquí). Conozco algunos majaderos que se resisten a votar por Keiko, solo por el hecho que se apellida Fujimori; y, entonces su alternativa es Mendoza (Barrnechea en algunos casos). 

Hace cinco años, cuando "Ollanta Humala - Polo Rojo" todavía era catalogado como la debacle del futuro peruano, escribí sobre sobre la ceguera caviar en segunda vuelta y pese a que nos gobernó "Ollanta Heredia- Polo Blanco" (aunque lavado con una media roja y se puso medio rosadito), hoy no puedo dejar de mostrar mi miedo por Veronika Mendoza. Es más, creo que de haber sido el caso, hubiera preferido votar por "Ollanta Humala - Polo Rojo" que por esta chiquita improvisada que no se sabe ni de dónde salió.

Verónika Mendoza y Alan García:

Mendoza dice tener 35 años. Osea, como dos menos que los que tenía Alan García Pérez en su primer (desastroso) gobierno, para muchos uno de los peores de nuestra historia republicana. Academicamente, parece no existir mucha diferencia: Para cuando fue elegido presidente por primera vez, Alan había estudiado en la Pontificia Universidad Católica del Perú y había obtenido el título de abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Contaba con el grado académico de Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y tenía estudios doctorales de sociología en la Universidad de París. Menos deslumbrante, aunque no despreciable en absoluto, es la realidad de Mendoza. Psicóloga por Universidad de París VII Denis Diderot, con estudios de maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Sorbona Nueva - París 3 y un Máster en Educación de español como segunda lengua en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid.

La diferencia, desde el punto de vista académico, está en la vinculación de las profesiones de cada uno con la gestión pública y el gobierno de una nación. Sobre esto, no hay que ser genio para darse cuenta que los conocimientos del Alan de 1985 eran mucho más afines a la cosa pública que la Menoza de 2016. 

Pero además, el Alan de 1985 también supera a la Mendoza de 2016 en su experiencia como gobernante. Cuando Alan fue elegido presidente en su primer gobierno ya era un político de carrera, surgido de las canteras del APRA, muy cercano a un gran intelectual como Víctor Raúl Haya de la Torre, quien lo instruyó directamente. Había sido elegido diputado constituyente entre 1978-1979 y diputado entre 1980-1985. Por su parte Mendoza es congresista... y en este Congreso.

Hasta aquí, en el papel, el punto es claro: para ser presidente, el Alan de 1985 era mucho más prometedor que la Mendoza de 2016; y, su gobierno un desastre. Ergo, no solo hay que tener muy bajas expectativas respecto de lo que pueda lograr Mendoza en un posible gobierno. Hay que tener miedo.

Y si queremos seguir hablando de "papel", hay que revisar el Plan de Gobierno de Mendoza. Y sería entonces momento de asustarse mucho más. Dice que nació el 9 de diciembre de 1980, pero yo no le creo. Tengo la secreta teoría de que en realidad nació en 1939, pero fue congelada en 1975, cuando tenía la misma edad de hoy ¡Solo eso puede explicar de dónde salió! Creo que de pronto, abrió los ojos y se encontró en el 2016, y como su noción del mundo se quedó atrapada en el pasado, aún no entiende los errores conceptuales del modelo socialista que tanto pregona esta psicóloga y educadora (lástima que no estudió economía). Alguien, por favor, que le explique qué es la Perestroika. Cuéntenle que ya cayó el muro de Berlín; que el Comunismo, el Socialismo y el Estado de Bienestar fracasaron hace años; que Rusia y China no son lo que eran antes; y, que Cuba se quiere amistar con Estados Unidos. ¡Que alguien se lo diga por favor!... ¡que alguien nos salve!

Y si nadie le explica eso, que alguien se lo diga a toda esa manga de chibolos-pulpines ingenuamente manipulados. ¿Por qué todos nos tenemos que perjudicar, por la decisión de unos niños fácilmente engañados y confundidos, que creen que no lo están? Como me gustaría tener una máquina del tiempo y llevarlos al futuro: cuando ya trabajen, paguen impuestos y se enteren que con ese dinero el Estado solventa la vida de otros que no trabajan tanto... Ahí quiero ver a estos socialistoides bebedores de whisky.

¡Creo que ya tengo la solución!:

El voto es un derecho ciudadano. De acuerdo. Se dice que debe ser universal. Suena muy poético, muy lindo. Pero, a cambio ¿no debería contener algún tipo de obligación ciudadana? Si vamos a elegir a nuestros gobernantes y estos van a disponer de fondos públicos, ¿no tenemos derecho a fiscalizar que se hace con esos fondos o a qué se destinan? Es lógico entonces, que la obligación ciudadana a cambio del derecho ciudadano al voto, sea el pago de tributos. Así, solo quien declare y pague tributos tendría derecho a voto. En lugar de ir a votar con DNI, se debería ir a votar Registro Único de Contribuyentes (RUC). Y no cualquier tributo (no me refiero al IGV que se paga por comparar un chocolate), sino a los impuestos, ya sean nacionales o municipales que tengan que ser declarados o pagados en sumas relevantes (como el impuesto a la renta o los impuestos predial y arbitrios), según se trate de una elección de autoridades del gobierno central o local, respectivamente.

El artículo 31 de nuestra Constitución Política dice que "tienen derecho al voto los ciudadanos en goce de su capacidad civil" y que "para el ejercicio de este derecho se requiere estar inscrito en el registro correspondiente". ¡NADA MÁS! Yo re-formularía: "tienen derecho al voto los ciudadanos en goce de su capacidad civil, siempre y cuando se acredite el pago del íntegro de los impuestos nacionales o locales que correspondan, según el tipo de proceso electoral de que se trate y conforme a ley" y que "para el ejercicio de este derecho se requiere contar con Registro Único de Contribuyentes".


Así, los chibolos pueden hacer toda la campaña por redes sociales que deseen, salir a la calle y gritar, hacer todas las marchas que quieran y sentirse héroes por un día (como che-Guevara o Robin Hood); pero sin la capacidad de elegir gobernantes que destinen mis impuestos a fomentar la pobreza de mi país. Definitivamente, yo sí soy un contribuyente indignado (aquí).

miércoles, febrero 24, 2016

Reclamo de un Contribuyente Indignado



Era una mañana alegre de febrero cuando me acerque a la Municipalidad de Surquillo a pagar mis arbitrios. Habían subido los que corresponden a Serenazgo, pero con tal de sentirme más seguro en una ciudad donde la ronda paranoia, los pagué sin titubear, pero no sin antes discutir con algunos vecinos que se negaban a pagar. Salí del complejo municipal y decidí dar una caminata. Para hacer corta la historia, me asaltaron siete hobbits acriollados amantes de reggaetón. La fechoría se cometió entre dos casetas de Serenazgo. Una con un viejito que por seguridad propia prefirió "no ver" y otra, la más cercana a donde acudí para pedir auxilio, estaba vacía. Derrotado bajo la cabeza y meto las manos al bolsillo. ¡Encontré algo que no se habían llevado! ¿Qué era? Mi comprobante de pago por ser un buen contribuyente.



Todos los meses pago impuesto a la renta (me lo van descontando). Y todos los años en el mes de marzo hago mi declaración de impuesto a la renta. Esto ya implica un costo de tiempo y dinero. Necesito contratar un contador que no se deje engañar con la supuesta simplicidad del sistema informático de la Sunat que comete errores (curiosamente siempre en contra de mis intereses) y que me evite lidiar con la pésima asesoría que la codiciosa institución brinda a los usuarios. En una país donde la regla es in dubio pro-fisco (o sea, la duda favorece al fisco), los contribuyentes que sí nos atrevemos a pagar, la vemos verde. Este año en particular me toca apagar montos adicionales a los descuentos que ya venía sometido mes a mes.



Me peleo con amigos y conocidos que no quieren declarar y ortos que se rehúsan a pagar. Les explico -como intenté hacerlo con mi vecino surquillano- la importancia de pagar impuestos, pero no entienden razones. No les parece justo, simplemente. "Es mi plata. Yo me la gano trabajando. Por qué me la tiene que quitar el Estado", reclaman.



Hoy abro el Diario Oficial El Peruano y leo:



"Que, con fecha 17 de diciembre de 2015 se publicó en el Diario Oficial El Peruano, el Decreto Supremo N° 039-2015-SA, que aprobó el Reglamento de la Ley N° 30024, Ley que crea el Registro Nacional de Historias Clínicas Electrónicas;



Que, con fecha 13 de febrero del 2016 se publicó en el Diario Oficial El Peruano, el Decreto Supremo N° 008-2016-SA, que aprobó el Reglamento de la Ley N° 30024, Ley que crea el Registro Nacional de Historias Clínicas Electrónicas;



Que, en ese sentido, se advierte que existe duplicidad en la aprobación del mencionado reglamento, por lo que, resulta necesario dejar sin efecto el Decreto Supremo N° 008-2016-SA;

(...)

DECRETA:

Artículo 1.- Del Decreto Supremo N° 008-2016-SA

Déjese sin efecto el Decreto Supremo N° 008-2016-SA, que aprobó el Reglamento de la Ley N° 30024, Ley que crea el Registro Nacional de Historias Clínicas Electrónicas."



En automático pienso. "¿Para eso pago el impuesto a la renta? Con mi trabajo estoy sufragando los gastos de las ineficiencias públicas". En el mundo real, la eficiencia es lo que te mantiene compitiendo en los mercados. Pero la Administración Pública no forma parte del mundo real. Es un universo surrealista. Una especie de galaxia lejana en pleno planeta tierra donde la ineficiencia no se castiga, se premia.



Publicar en El Peruano un reglamento, requiere una sola acción: publicar. En este caso, para un solo reglamento se han producido tres publicaciones. Los costos se han triplicado. No me parece bien que mi pago por impuesto a la renta se tenga que destinar en hacer tres veces lo que se debe hacer una sola. Menos aún me parece tener que pagarle el sueldo a todos los ineptos y negligentes que permitieron que esto pasara. Y no me refiero solo al par de bestias descuidadas que firmaron la misma resolución dos veces con diferente numeración, sin percatarse de ello (lo que me hace pensar: ¿OLLANTA HUMALA TASSO -Presidente de la República- y  ANÍBAL VELÁSQUEZ VALDIVIA -Ministro de Salud- leen lo que firman?), sino también a toda la manga de funcionarios despistados que se supone deberían haber tenido en cuenta esto. ¿Nadie en el Ministerio de Salud o en el Despacho Presidencial, pudo recordar que hacía dos meses se había firmado el mismo reglamento? A todos estos responsables, como ciudadano que pago mis impuestos, ¡exijo se les sancione! 

Pero la torpeza no queda ahí. Para enmendar su error, no se tuvo mejor idea que publicar por tercera vez un Decreto Supremo (lógicamente suscrito por OLLANTA HUMALA TASSO -Presidente de la República- y  ANÍBAL VELÁSQUEZ VALDIVIA -Ministro de Salud-). Acaso nadie se puso a pensar en la sucesión de normas en el tiempo. Todos saben que una norma posterior reemplaza a la anterior. ¡Ya que se queden con el Decreto Supremo del 2016 y se tenga por derogado el del 2015! Si total "existe duplicidad en la aprobación del mencionado reglamento", como lo reconoce el propio Decreto Supremo Nº 009-2016-SA. Y por último, cualquier duda puede ser afinada vía jurisprudencial.



¡Uy, miren la hora! Tengo que dejar de escribir. Necesito salir volando a pagar mis impuestos...



En el camino leo en el kiosko el titular del Diario Gestión: "FALTA DE NORMA IMPIDE ABARATAR MEDICAMENTOS HASTA EN 40%". Y la bajada: "El Ministerio de Salud no da luz verde a reglamento para medicinas biológicas y biosimilares, pese a que hay un proyecto listo y discutido en Consejo Nacional de Salud". Defraudado de mis autoridades pienso "hace ocho años esta ley no tiene su reglamento publicado, pero en dos meses el mismo Ministerio publica la misma norma dos veces... efectivamente, esto es surrealista". Dejo de leer y me voy de ahí rápidamente porque distingo a lo lejos ciertos personajes con pinta hobbits acriollados y vienen escuchando reggaetón...