martes, enero 31, 2017

A la romana: "Pan y Circo"

El aeropuerto de Chinchero va. No. Mejor ya no va. ¡Ahora sí que va! Así sucesivamente por años. Cuando finalmente se alistaba la primera piedra en ser colocada, amaneció el 30 de enero. Esa mañana, sometido al agobiante calor del este sauna Limeño inaugurado en el 2017, un Congresista preocupado por el caso Odebrecht mueve monótonamente su café mañanero en busca de una salida. De pronto, escucha a un trasnochado de izquierda y es presa de una corazonada: la adenda al Contrato que puede ser lesivo a los intereses del Estado. Entonces le llega una PPK y nuestro presidente, recula. Así de fácil. La izquierda busca el fracaso del gobierno, el fijimorismo contribuye y el gobierno es incapaz de gobernar, por su propia displicencia.

Ningún congresista tiene la más remota idea de lo que dice el contrato (suscrito luego de una licitación en la cual Kuntur Wasi le ofreció al Estado Peruano pagar menos para construir el aeropuerto, que si lo hiciera con inversión puramente estatal o contratando con alguno de los demás postores del concurso), la famosa adenda (que soluciona impase entre el Estado y la empresa respecto de quién/cuándo/cómo se deben asumir los intereses del préstamo, incidente que se generó por un vacío del contrato original) y mucho menos cuál es la estructura de financiamiento diseñada para esta enmarañada operación (que involucra una serie de actores y vericuetos financieros); todos estos son aspectos harto complejos que escapan a la comprensión de cualquier mortal medianamente ajeno a la operación, e incluso, de algunos medianamente cercanos.


Este no es espacio para comentar los aspectos técnicos del acuerdo. Solo pretendo vomitar ciertos hechos que apuntan a una hipótesis conspiracionista, que reluce por especulativa, al igual que los temores infundados de algunos políticos populistas…


Y estos hechos se resumen así: Justo cuando comienzan a surgir nombres de periodistas involucrados (como la mismísima Rosa María Palacios o Augusto Álvarez Rodrich, quienes han perdido respeto y credibilidad), hay un vuelco generalizado en el tono de las noticias. Hoy suena el caso Chinchero, y Kuntur Wasi recibe disparos de todos lados, pese a que el Estado Peruano no se perjudica con la adenda. Los medios han disminuido la intensidad de información en el caso Odebrecht (sobre todo lo que tiene que ver con periodistas). Mientras Cusco y el Perú, se perjudican con el retraso, algunos políticos aprovechan también en disipar dudas acerca de su honorabilidad, de la mejor manera: distrayendo al público.


Al final de la historia, el aeropuerto se va a construir. Las investigaciones de Odebrecht traerá algunos resultados en el mediano y largo plazo impactando en mandos medios y medio altos. Los periodistas mermeleros seguirán ejerciendo (si no en medios de comunicación, en blogs, portales privados o redes sociales). El electorado (especialmente el del sur), ante la conducta del Gobierno de PPK, consolidará su postura de izquierda y las Mendozas y los Santos del 2021 postularán con mayor solvencia que la última vez. Al final, todo va a seguir igual como viene siendo desde los tiempos romanos: “pan y circo”. 

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y tb cuentamelo todo... y exagera!