martes, enero 10, 2012

El Higado Eléctrico (Un post engendrado por la cópula entre el prejuicio y la indignación)


Les cuento mi aventura en el flamante Tren Eléctrico que ayer, después de veintitantos años de construcción y a pocos días de inaugurado, durante sus viajes iniciales, sufrió un cortocircuito y generó un pequeño incendio en la Estación Gamarra.

Salí de casa 7.00 am. Llegue a la estación Cabitos 7.15 am. El tren llegó 7.21 am. A las 7.30 am ya estaba en la Estación La Cultura y 10 minutos después en la chamba. Había mucha gente pero a esa hora todavía normal. Al poco tiempo encontre un lugar vacío para sentarme. El vagón huele a nuevo pero la gente "está muy usada". La ventilación es poca y el tren hermético: una verdadera caja china para el verano...

Algunos todavía no entienden mucho como opera el asunto. Una señora se paró enfrente de la puerta y le comentaba a otra: "esto para sin necesidad de decirle a nadie, ni apretar ningún botón... siempre para en todas las estaciones". Supuse q tampoco había viajado en El Metropolitano. Cuando llegamos a la estación final la gente (como es de desesperada) se acumulaba en la puerta y, un chibolo pirañón-reagetonero y ultra naco, ante la admisible demora del vagón para abrir la puerta empezó a apretar el botón que decía "EMERGENCIA". Al final (después de unos segundos y cuando correspondía) la puerta se abrió y la salió una turba de gente que, en verdad, parecía una manada.

Apenas pisamos la calle una comadre rubi-linda, bien a los tacos, jean y lentes oscuros ("mamacita: a esa hora todavía había neblina, a menos que quieras taparte ese cacharrazo de huanaco triste que tienes, sácate esa huachafería de la cara", pensaba yo) intentó cruzar la pista por cualquier lado, menos por el puente peatonal. Felizmente, habían dispuesto un policía con casco de bacinica para prohibirle el paso a este tipo de personajes y decirle de manera muy atenta “por favor señorita, tenga la amabilidad de cruzar por el puente peatonal” lo que en buen cristiano significa "oye cojuda, camina cinco metros hacia la esquina y cruza como la gente civilizada".

Lo curiosos es que en esa esquina los autos estaban parados y la luz EN VERDE!!!!. Cuando el semáforo cambió a rojo (y supuestamente ya podíamos cruzar) los micros del mal (sobre los cuales Voyero ya comentó en el post DE COMO EL TRANSPORTE PUBLICO TE PUEDE JODER UN CAFE EN LA MAÑANA -lo recomiendo-) arrancaron tocando el claxon y echando humos tóxicos a todos los transeúntes que tosíamos sin cesar. Yo me pregunto, ¿son daltónicos o sencillamente unos hijos de puta?

No hay nada que hacer, a veces puede ser muy lindo vivir en Lima, pero otras veces te das cuenta que aquí también vive gente de mier... y al parecer muchos viajamos en Metro de Lima! que espero, sea el inicio del reemplazo de los micros que se juntan solo cuando hay que hacer un paro (lo que fue oportunamente comentado también por Voyero). Como dice el título del "manual de autoayuda para los usuarios del tren eléctrico" que publicó ayer El Comercio "Adiós a la cultura combi...".